Roturas provocadas por el impacto de un objeto, generalmente piedras. Si no se repara, puede convertirse en una trizadura.

Los piquetes se reparan si su diámetro es menor a 3 centímetros, como una moneda de 500 pesos. Los menores de 2 centímetros (moneda de 10 pesos) quedan casi desaparecidos y aplican para la tarifa mínima.

Líneas que se extienden a lo largo del parabrisas. Si no se reparan, estas crecerán con el paso de tiempo.

Las trizaduras son más complejas de reparar, ya que se ensucian fácilmente. Normalmente pasado 2 meses, se acumula mucha suciedad dentro de la fisura.

La suciedad no se nota mucho hasta que se moja con la resina de la reparación. Como resultado la resina tiene menor adherencia al vidrio y la fisura se nota mucho, a veces hasta más que antes de reparar. Por eso no se reparan las fisuras que tienen más de 2 meses de antigüedad. Sin embargo, se puede realizar una inspección previa a la reparación. La inspección cuesta 15 mil pesos y no se cobra si se procede a reparar.

Ahora el tamaño. ¡Tamaño si importa! Se puede reparar una fisura si es una sola línea de hasta 40 centímetros máximo. O si son dos líneas y la segunda es pequeña (hasta 15 centímetros). Si son 3 o más líneas, el parabrisas se debilita mucho y por eso no se repara.

Por último, no se puede reparar trizados frente al conductor en un área de unos 40 centímetros de diámetro justo frente al volante. Por ahí el conductor mira 90% del tiempo y nada debería distraerlo.